Para realizar este fácil pero exquisito bocado, que a más de uno le recordara a su infancia o no tan infancia solo se necesita una placa de hojaldre. En este caso el hojaldre lo hicimos en clase, pero también se puede hacer con un hojaldre comprado en cualquier supermercado.
Extendemos la lámina de hojaldre y la impregnamos de azúcar por delante y por detrás. No seáis ratas con el azúcar que estarán más buenas. Ahora le vamos a dar la forma de palmera, enrollamos desde los dos extremos hacia el centro intentando que quede igual por ambos lados.
Tenemos que tener el horno precalentado a 220º. En una placa extendemos un papel sulfurizado y las palmeras encima. Cuando estén doradas por arriba sacamos la bandeja y les damos la vuelta.
Mientras ponemos en una cazuela al fuego 100g de azúcar y 100ml de agua, es decir, la misma cantidad de agua que de azúcar. Esto será el "jarabe" con el que pintemos las palmeras. Así tendrán mucho más sabor y brillarán.
Para hacerlas de chocolate solo habría que mojarlas en chocolate caliente y dejar que se enfrien. Solo queda disfrutar de este dulce placer. Un saludo a todos!